HÁBITOS COTIDIANOS PARA REDUCIR LA INFLAMACIÓN DEL CUERPO

¿Has tenido alguna vez una inflamación?

¡Seguro que sí! Zonas enrojecidas, dolor, fatiga: hay muchos tipos diferentes de inflamación. Probablemente, los más conocidos son la inflamación de la vejiga, la inflamación de la próstata y la flebitis. La inflamación se produce cuando el sistema inmunitario se activa para combatir y eliminar las amenazas a nuestro cuerpo lo más rápidamente posible.

Puede ser muy desagradable, pero aporta protección contra cosas peores. El objetivo de la inflamación es eliminar el estímulo perjudicial y promover la curación. El número y la intensidad del estímulo perjudicial determinan la gravedad de la inflamación.

Existen algunos alimentos y hábitos que son antiinflamatorios y ayudan a tu cuerpo en el proceso de curación. 

En este artículo, descubrirás qué hábitos y alimentos no deben faltar en tu rutina diaria para ayudar a aliviar el proceso de inflamación.

¿CÓMO SE MANIFIESTA LA INFLAMACIÓN EN EL CUERPO?

Una inflamación fuerte puede afectar a todo el cuerpo y provocar molestias como fatiga, fiebre o síntomas generales de enfermedad.

Los síntomas típicos de la inflamación son: 

•     Enrojecimiento
•     Hinchazón
•     dolor
•     calidez
•     Restricción del movimiento
•     fatiga
•     fatiga
•     Fiebre
•     Síntomas de resfriado
•     molestias intestinales
•     Irritaciones de la piel

A menudo, la inflamación es también una señal de situaciones de estrés o de sobrecarga del sistema inmunitario.

¿QUÉ PUEDES HACER CONTRA LA INFLAMACIÓN?

1. EVITA LOS ALIMENTOS QUE LA ESTIMULAN

La dieta tiene un gran impacto en tu bienestar y también en la inflamación del cuerpo, y puede ser antiinflamatoria o, todo lo contrario.

Hay alimentos que en general no los tolera bien nuestro organismo. Estos pueden causar inflamación o hinchazón debido a los procesos de descomposición en el estómago/tracto intestinal.

Los alimentos que debes evitar son:

•     Grasas trans
•     Azúcar refinado
•     Harina blanca
•     Alcohol
•     Productos lácteos

2. COMER MENOS O NADA DE CARNE

Los embutidos y productos cárnicos procesados se consideran proinflamatorios. Estos productos cárnicos contienen muchos ácidos grasos omega-6 nocivos y suelen estar enriquecidos con sal de curado de nitrito para aumentar su vida útil. Tanto los ácidos grasos omega-6 como la sal de curado de nitrito pueden desencadenar la inflamación del cuerpo e impedir su proceso de curación.

La carne de cerdo, en particular, puede favorecer la inflamación debido al ácido araquidónico que contiene. 

Si ya padeces inflamación, se recomienda evitar consumir carne, al menos temporalmente. Si no quieres renunciar a ella, lo mejor es elegir pavo o pollo.

3. COME MÁS PESCADO

En los últimos años, los estudios han demostrado que los ácidos grasos omega-3 pueden ser un factor decisivo en la lucha contra la inflamación. Ha quedado claro que la ingesta de un solo gramo de ácido graso omega-3 al día puede reducir los niveles de inflamación hasta un diez por ciento. 

Se recomienda comer una o dos raciones de pescado a la semana, incluyendo 70 gramos de pescado de mar graso, como el salmón, la caballa o el arenque.

¿Te resulta difícil comer tanto pescado a la semana? Tiene sentido curar la inflamación con suplementos de omega-3. Así te aseguras de tomar la dosis recomendada de omega-3 cada día. 

En AAVALABS puedes elegir entre dos suplementos diferentes de omega-3:

Aceite de pescado omega-3 de primera calidad así como omega 3 vegano de algas

4. COME ALIMENTOS ANTIINFLAMATORIOS

Como ya has aprendido, una dieta equilibrada es la mejor base para la salud y el bienestar. Come alimentos naturales y nutritivos y evita las sustancias nocivas e irritantes.

Estos alimentos se consideran antiinflamatorios:

•     Verduras verdes
•     Frutas de temporada, especialmente bayas
•     Linaza, cáscaras de psilio, semillas de chía
•     Alcachofas, amargos de rúcula, ortiga, hierba de diente de león
•     Especias como la cúrcuma, el jengibre y la canela
•     Setas
•     Aceite de oliva, aceite de linaza
•     pescado, algas, marisco
•     Té verde

5. EVITA EL ESTRÉS

El estrés es uno de los muchos desencadenantes de la inflamación crónica. Se ha demostrado en muchos estudios que nuestro cuerpo pierde la capacidad de controlar los procesos inflamatorios durante el estrés prolongado. El motivo es el aumento del nivel de la hormona del estrés, el cortisol. Una de las principales funciones de la hormona del estrés es regular los procesos inflamatorios. Sin embargo, si el nivel de cortisol está permanentemente elevado, nuestras células se vuelven menos sensibles y ya no consiguen reconocer correctamente los procesos inflamatorios e iniciar los procesos de curación. 

Entonces, ¿qué deberías hacer en tu vida cotidiana? Deberías dedicar conscientemente tiempo a relajarte cada día. Ya sean 30 minutos de paseo diario, una clase de yoga, la meditación diaria o un baño caliente, encuentra algo que realmente te relaje.

6. INTEGRA LOS SUPLEMENTOS EN TU RUTINA DIARIA

Tu cuerpo necesita ahora un apoyo especial de tu parte para luchar contra la inflamación del cuerpo. 

Especialmente en la estresante vida diaria, a menudo no hay tiempo para comer de forma sana y equilibrada. Por ello, los suplementos son una solución perfecta para asegurar de forma sencilla que tomas suficientes nutrientes.

Estos suplementos te ayudan con la inflamación:

• Vitamina C: La vitamina C favorece la formación normal de colágeno y contribuye a un sistema inmunitario normal, especialmente durante y después de la actividad física. Además, contribuye a proteger las células del estrés oxidativo.
• La vitamina D: La vitamina D es necesaria para el mantenimiento de un sistema inmunitario normal y contribuye al mantenimiento de la función muscular normal.
• La vitamina E: La vitamina E también ayuda a proteger las células del estrés oxidativo.
• La curcumina: Se dice que este ingrediente de la cúrcuma también tiene un efecto antiinflamatorio. Además, muchas personas aprecian la curcumina por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.

Las inflamaciones son reacciones de protección, no enfermedades

En pocas palabras, la inflamación es una reacción del propio sistema de defensa del organismo ante un estímulo. Puede tratarse de agentes patógenos, pero también de cuerpos extraños.

Si ya estás sufriendo una inflamación, es especialmente importante que escuches a tu cuerpo ahora. Date el descanso que necesitas. Sigue una dieta equilibrada y asegúrate de tomar todas las vitaminas y minerales importantes que tu cuerpo necesita.

Aviso legal: Nos gustaría informar de que nuestro contenido y nuestros productos se han desarrollado sobre la base de las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que se han desarrollado a partir de estudios sobre poblaciones adultas generales. Dichos estudios no están dirigidos a ninguna condición de salud en particular y, por lo tanto, nuestros suplementos no están dirigidos a tratar ninguna condición específica, sino a ayudar al mantenimiento de la salud general. En caso de circunstancias particulares y/o si estás tomando medicamentos, siempre recomendamos consultar a un médico antes de tomar nuestros suplementos.