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CÓMO TRATAR EL INSOMNIO CON NUTRIENTES

junio 01, 2022 6 lectura mínima

How to treat insomnia with nutrients

La mano en el corazón: ¿Cuántas horas duermes cada noche?

¿Menos de 7 horas? Entonces, ¡deberías seguir leyendo!

Porque el sueño es extremadamente importante para tu salud. Unas siete u ocho horas de sueño son óptimas para que nuestro cuerpo pueda realmente recuperarse de la vida cotidiana, renovar sus células y reforzar sus defensas. 

Sin embargo, hay muchas personas en el mundo que sufren trastornos del sueño. Conciliar el sueño rápidamente y dormir toda la noche es una verdadera lucha para ellos. 

Según los estudios, hoy en día hay cada vez más personas con problemas de sueño. 

Aprende lo que puedes hacer para mejorar la calidad de tu sueño en este artículo.

  1.   ¿Por qué es tan importante el sueño?

Un sueño reparador contribuye a la salud y a la calidad de vida. Dormimos aproximadamente un tercio de nuestra vida, y eso es bueno. Porque los problemas de sueño o un sueño insuficiente pueden repercutir negativamente en tu salud y bienestar. 

Pero, ¿por qué es tan importante el sueño? 

El sueño sirve principalmente para la recuperación física. Durante el sueño tienen lugar procesos vitales, como la eliminación de productos metabólicos de desecho, el fortalecimiento del sistema inmunitario y la renovación celular. 

El descanso nocturno también es esencial para nuestro cerebro. Necesita tiempo para procesar y almacenar las impresiones del día. Quienes duermen de forma saludable y descansada pueden concentrarse mejor en la vida cotidiana, tienen más energía y, en general, rinden más. También influye en las emociones y el estado de ánimo. 

Un sueño sano significa que podemos conciliar el sueño rápidamente, dormir toda la noche sin problemas y despertarnos renovados a la mañana siguiente. Nuestro ritmo de sueño-vigilia está influido por las hormonas. A la luz del día, se libera serotonina, la hormona de la vigilia. Cuando oscurece, el cuerpo la convierte en la hormona del sueño, la melatonina, y nos cansamos.

El reloj interno desempeña un papel fundamental en esto. Influye en cuándo preferimos irnos a dormir y levantarnos. Pero la calidad de nuestro sueño también depende de nuestra higiene del sueño. Esto se refiere a los hábitos que favorecen un sueño saludable y al entorno en el que dormimos.

  1.   Causas comunes de los trastornos del sueño

No consigues pegar ojo, aunque en realidad estás cansado. Entonces empiezas a pensar en tu vida o en tu trabajo, te revuelves de un lado a otro en la cama, te duermes brevemente y vuelves a despertarte al cabo de poco tiempo. Durante el día uno está entonces desconcentrado, cansado y menos eficiente. 

Las razones psicológicas encabezan la lista de causas de los problemas de sueño. El estrés, las preocupaciones privadas o un trabajo que no hace feliz mantienen a mucha gente despierta por la noche. En cuanto el cuerpo y el cerebro descansan un poco, empiezan a pensar en la vida. El uso nocturno de la TV y el ordenador también provoca noches de insomnio. La cafeína, el alcohol, las drogas y los medicamentos también pueden ser motivo de trastornos del sueño. 

Pero, ¿sabías que la falta de nutrientes también puede provocar trastornos del sueño?

  1.   ¿Qué vitaminas y minerales pueden ayudar con el trastorno del sueño?

Hierro

El oligoelemento hierro desempeña un papel fundamental en un sueño sano. Es importante para muchos procesos metabólicos, por ejemplo para los procesos de regeneración durante la noche. Si hay una carencia de hierro, los procesos metabólicos no pueden funcionar de forma óptima, lo que puede conducir permanentemente a un exceso de cansancio y a patrones de sueño irregulares.

Magnesio

Magnesio es esencial para el corazón, los músculos y los huesos.

Ralentiza la liberación de hormonas del estrés, los calambres nocturnos y las contracciones musculares. También se sabe que ayuda a nuestro cuerpo a descansar, por lo que se recomienda tomarlo especialmente justo antes de acostarse. Por tanto, si hay un déficit de este mineral, nuestra calidad del sueño también se resiente y tenemos que luchar contra los trastornos del sueño.

Vitamina D

Sufrimos una falta de vitamina D sobre todo en las estaciones más oscuras. Es muy importante para tener huesos y músculos fuertes y para nuestro sistema inmunitario. Un suministro insuficiente de vitamina D puede hacerse sentir, entre otras cosas, a través de una mayor susceptibilidad a las infecciones, dolores musculares y articulares, así como a través de la fatiga y los trastornos del sueño. Los expertos afirman que la vitamina D es crucial en la regulación del ritmo sueño-vigilia.

Potasio

El potasio sirve a nuestro cuerpo como electrolito. Estos iones cargados eléctricamente se encargan de muchos procesos importantes en nuestro organismo. Sobre todo, el potasio es esencial en la regulación del equilibrio hídrico. También interviene en el control de la tensión arterial y del ritmo cardíaco y ayuda a transmitir correctamente los impulsos entre nervios y músculos. La carencia de potasio se manifiesta a menudo en debilidad muscular, dolores de cabeza, arritmias cardiacas y trastornos del sueño. Curiosamente, a pesar de la fatiga física, sigue causando problemas para conciliar el sueño. El cuerpo se encuentra entonces en un estado de estrés, las señales y los estímulos ya no pueden transmitirse correctamente. Como consecuencia, el ritmo del sueño se altera considerablemente.

Selenio

El oligoelemento selenio es un componente de muchas enzimas y, en consecuencia, está integrado en numerosos procesos. El efecto antioxidante del selenio también es importante. Protege nuestras células de los radicales libres. Si somos deficientes en selenio, esto puede notarse a través de manchas en las uñas, caída del cabello, molestias articulares y fatiga, entre otras cosas. Pero también puede verse afectada nuestra calidad del sueño. Porque debido al déficit, nuestro equilibrio hormonal se desequilibra. Esto también afecta a la producción de la hormona del sueño, la melatonina. La inquietud y los problemas para conciliar el sueño son entonces las consecuencias.

Vitamina C

La vitamina C es conocida por su efecto antioxidante y su influencia positiva en la estructura del tejido celular, los huesos y los dientes. También contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y ayuda a proteger las células del organismo de sustancias nocivas.

Pero ¿sabías que la vitamina C también favorece la producción corporal de la "hormona de la felicidad", la serotonina? La serotonina tiene un efecto calmante en el organismo y es fundamental en la producción de la hormona del sueño, la melatonina, que a su vez regula nuestro ciclo sueño-vigilia. Por tanto, la vitamina C es crucial para un sueño reparador.

Vitaminas B 

Si el propio carrusel mental no quiere detenerse, el aumento del estrés mental con una gestión del estrés simultáneamente insuficiente podría ser la causa. Algunos vitaminas B como la vitamina B1, la biotina, la vitamina B6 y la vitamina B12 contribuyen a un funcionamiento sano de los nervios y la psique. También están relacionadas con el metabolismo de los neurotransmisores de los sistemas de serotonina, acetilcolina y adrenalina en el sistema nervioso central. Los procesos bioquímicos del sueño tienen lugar en el sistema nervioso, por eso las vitaminas B pueden afectar significativamente a la calidad del sueño. Aunque sólo tengas una ligera carencia de vitaminas B, esto ya puede provocar depresión y también falta de sueño.

Una concentración óptima de vitamina B acelera la conciliación del sueño y puede mejorar su calidad.

Zinc

Zinc interviene en la formación de más de 300 enzimas y en muchos procesos metabólicos. Favorece el funcionamiento del sistema inmunitario, ayuda a afrontar las tareas cognitivas y puede proteger nuestras células del estrés oxidativo. La deficiencia de este oligoelemento afecta negativamente a la producción de todas las hormonas implicadas en un sueño sano. La deficiencia de serotonina, de melatonina, de dopamina... imposibilitan un ritmo sano de sueño-vigilia. El zinc, el magnesio y el hierro son los oligoelementos más importantes para un nivel hormonal equilibrado.

Presta atención a tus hábitos de sueño

Hay muchas formas de mejorar los patrones de sueño. Debes asegurarte de que no tienes carencia de ninguna de las vitaminas y minerales mencionados. Influyen mucho en la calidad del sueño y garantizan el funcionamiento normal del sistema nervioso, la producción de melatonina y el metabolismo. 

Por lo demás, estos consejos pueden ayudarte a mejorar aún más la calidad de tu sueño:

  •     Garantizar un entorno relajado
  •     No consumas alcohol, café, té, cigarrillos 2-4 horas antes de acostarte
  •     Si te despiertas por la noche, no fumes, enciendas la luz ni cojas el móvil
  •     Evita las comidas pesadas, flatulentas y muy picantes justo antes de acostarte.
  •     Mantente físicamente activo con luz natural durante el día
  •     No realices actividades físicas muy extenuantes antes de acostarte